Friday, January 27, 2012

Pequeñas cosas

Vamos a hablar de cosas hermosas, de pequeñas cosas, de esos detalles del día a día que se van a arraigar en mi corazón a largo plazo, de esos defectos de la casa que me harán amarla cuando deje de odiarlos. 
Hablemos del interruptor del baño, que cada día esta mas reacio a funcionar, que se lo trata con rudeza cuando lo único que necesita es resignacion, respeto y una mano algo mas firme.


Hablemos de las delicias de la casa que se compran por montón y nadie mas que yo, a escondidas y con pudor, come: los besitos de chocolate, las gomitas de frambuesa, la gotita de crema chantilly, el pan francés con el queso crema que se venció hace veinte días y aun sabe a gloria. 
No nos olvidemos del olor del baño, que es el mismo de la cocina, ya que ambos están perfumados con la esencia silvestre del mismo aromatizante de pared. Y nada como el sofa de la sala, que admite miles de posiciones, todas cómodas, para ver hasta tres peliculas seguidas antes de tener la energia suficiente para empezar el día. 


El piso de alfombra que tapiza casi por completo el departamento es el mejor amigo de los pies descalzos, esos que solo pasean cuando nadie los ve, al igual que con la comida, por pudor; el que siempre se mantiene tibio y agradable a pesar del aire acondicionado que funciona día y noche, haga frío o calor, esa brisa artificial tan reconfortante que marca la diferencia entre la calle y el hogar. 
Y como no hablar del viernes, oh, el bendito viernes en la soledad de la casa, el viernes en que puedo gozar de su quietud, de sus pequeñas cosas, de sus infinitas opciones, sin la insistencia de unas palabras demasiado generosas que podrían ocultar el fastidio de que consuma lo suyo. 
El viernes es perfecto, en especial si tengo la llave que me arranca a las calles de la ciudad de Barbie, toda de plástico y con casitas blancas, rosadas y celestes. Pues luego de dar muchas vueltas, de caminar al ritmo de una música impredecible y de sudar la camiseta, no hay nada mas agradable que volver a la casa, a su aire acondicionado, su alfombra tierna y su sofocante olor a desinfectante. 

No comments:

Post a Comment