Thursday, January 12, 2012

Race Against The Machine

El nombre de esta banda no fue puesto en vano, y ahora que estoy aqui, me doy cuenta por que. 
Todo comenzo alla en el 1800, con la maquina a vapor y la revolucion industrial. Cuando se descubrio que las maquinas eran mucho mas rapidas y eficientes que los hombres, y que no pedian aguinaldos para navidad, millones de personas fueron reemplazadas y perdieron sus trabajos. 
En Bolivia no somos los de la ultima tecnologia, pero aqui esta todo tan avanzado que nuestras vidas se reducen a saltarnos las distracciones cotidianas, ser y pelear con las maquinas, porque, por supuesto, el hecho de que ella lo haga todo no nos facilita tanto las cosas, no olvidemos que siguen siendo tan tontas como nosotros. 
Hace un rato, en el banho del colech, el dispensador de papel infrarojo no me vio. Y ahi estaba yo, meneando las manos, yendo y viniendo, apareciendo por sorpresa (como jugando a las escondidas con un bebe) para que la maquinita me note y me de papel. Minutos despues, expuse mi mejor cara de asterisco frente a la maquina de soda. "Que era primero, el numero o el dinero?", pense. Primero puse el numero, luego el dinero. Nada. Cara de asterisco. Numero otra vez. Bingo! Presto!
Y asi sucede todos los dias con una u otra cosa, ya sea con la secadora de ropa que no reacciona y no le alumbra la lucesita para que pueda usarla, o con el microondas que, cuando ya dejo de funcionar, sigue sonando como si estuviera encendido. Y es entonces cuando uno mira a su alrededor y se encuentra maquinas en todos lados. 
Los optimistas pensaran que de esa manera nos hacemos la vida mas facil, porque una vez dominadas, nos evitamos tareas tediosas y ganamos tiempo para el desarrollo de actividades extra curriculares, como mirar la tele? Como si alguien con tanta flojera en la cabeza fuera a ponerse a practicar guitarra o aerobicos  mientras los platos se lavan solos en la lavavajillas.
Los activistas podrian estar mirando a estos artefactos con cierta repugnancia, imaginando a la cantidad de  desempleados que causan. Y la cosa ya no es tan asi, porque las maquinas necesitan cerebros humanos para que las disenhen, fabriquen, importen, vendan y reparen. 
Pero los fatalistas, como yo, se dan cuenta de que, de una forma u otra, terminamos necesitando a los industrializados y digitalizados, pero los tratamos con temor e inseguridad, incapaces de quitarnos la inquietud que nos causa la imagen de Hall, de 2001 Odisea en el Espacio, la tipica de la maquina que adquiere inteligencia sobrehumana, y pa mas yapa, sentimientos; se le entra el demonio (como a todo aquello capaz de razonar) y nos termina matando a todos. 
Llega a recordar un poco al planeta de los simios, pero todo esto vendria a ser producto de nuestra propia incapacidad de movimiento. 

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